viernes, 14 de marzo de 2014

DISPONER DE UN ENTRENADOR PERSONAL, ¿QUÉ EXIGES COMO CLIENTE?

A  la hora de contratar un entrenador o monitor personal o de adjudicarnos uno en un gimnasio, debiéramos exigir ciertas premisas; no muchas, pero si necesarias.


Antes de nada, y preguntando a amigos y amigas acerca de su experiencia como clientes de un gimnasio, en ningún caso se les ha preguntado por su condición física en lo referido a lesiones, problemas de salud ( muy importante); y en muy pocos casos se interesan por su objetivo personal a la hora de haberse apuntado a “su empresa”.

Esto es algo esencial a la hora de poder planificar su plan de trabajo, ya que si no estaríamos actuando a ciegas, de una forma general y no de una manera individualizada y haciendo honor a “nuestra” profesión, la de entrenador PERSONAL.

Una vez que tenemos la información básica del sujeto debemos tener constancia de que no hay riesgo importante a la hora de hacer ejercicio físico, sea cual sea éste. ¿Cómo lo hacemos? Mediante un chequeo del médico de cabecera, dónde se manifiesta además del estado de salud del sujeto una prueba de esfuerzo con resultados positivos.

Estas serían unas premisas básicas que todo entrenador personal y por consiguiente su cliente, debiera tener en cuenta y considerarlo de vital importancia.

Ya en otro tema, estoy cansado de escuchar y escuchar a las personas que van a la sala de máquinas en un gimnasio de que ellos el peso que usan es uno que levantan más o menos bien, o siguen una progresión en el que el último peso es el que “más le tira”. ¿Qué individualización es esa? Simplemente, de una forma sencilla y rápida, podemos averiguar 1RM de cualquier músculo que se quiera trabajar y conforme a ello y al objetivo del deportista (conseguir volumen, fibrarse,…) poder definir, mediante % de 1RM, el peso adecuado para él o ella. Ésta es la única forma que conozco que sea eficaz totalmente para que el ejercicio no sea perjudicial y se adapte a lo que quiere la persona.

Por último en esta entrada un poco elemental acerca de la visión que deberían de tener un entrenador/ monitor personal y su cliente, es la evaluación del mismo. Es decir, ¿Cómo saber si el trabajo que se está haciendo semana tras semana da sus frutos? Mediante una planificación en la que hemos introducido a la hora de hacerla, días de evaluación. Esta evaluación sirve tanto para el trabajo de fuerza como para el trabajo aeróbico, de velocidad o de flexibilidad.

Actualmente, con una chica a la cual estoy preparando para las pruebas físicas de una oposición (no concretaré), cada mes y medio está estipulado hacer la evaluación de cada una de las pruebas, o lo que es similar, de sus capacidades físicas comparándolo con el nivel que tenía al inicio en el entrenamiento en el mes de noviembre. Según se va acercando la fecha objetivo la evaluación se irá haciendo antes, hasta llegar a hacerla cada 2 semanas el último mes.

¿Cuál es el objetivo de la evaluación? Conocer y adaptar el ejercicio a las necesidades reales del deportista porque, y con esta frase acabo, una PLANIFICACIÓN DEBE SER INDIVIDUALIZADA, SISTEMÁTICA, RACIONAL, FLEXIBLE Y ADAPTATIVA.



Pablo Sánchez Pérez. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

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